Un hombre de 36 años fue asesinado de nueve tiros en la puerta de la casa de su pareja, en calle Libertad al 300, en la ciudad de Villa Gobernador Gálvez, mientras ambos conversaban dentro de un auto estacionado. Esteban Lucas Santamaría, que trabajaba como supervisor de planta en el frigorífico Swift, vivía a pocas cuadras de donde lo mataron, con una lluvia de balas. En el entorno del muchacho, nadie encontró razones para el crimen.
A la 1:30 del martes, Esteban y su pareja, Joana V., se encontraban dentro del vehículo, cuando se aproximó una moto, aminoró la marcha y avanzó unos metros, para luego volver hacia el auto donde estaba la pareja. “Según me contó Joana, recién ahí pudieron ver que los de la moto se sacaron las capuchas y uno desenfundó un arma, le apuntó a Esteban y le disparó varias veces”, contó Raúl, un hermano de la víctima. La mujer resultó ilesa.
Una de las hipótesis de los investigadores es ligar la muerte al narcomenudeo. Para ello se basan en dos hechos puntuales. La primera es que en las cercanías del lugar hay un puesto de venta de estupefacientes. La segunda, que dentro del auto se hallaron cuatro envoltorios con una sustancia blanquecina que será peritada, pero que podría ser cocaína. El caso quedó a cargo de la fiscal de Homicidios Georgina Pairola.