Durante uno de sus últimos discursos, la ex presidente Cristina Fernández popularizó las palabras “pindonga” y “cuchuflito”, en alusión a marcas secundarias que proliferan en el mercado en épocas de crisis. Sus dichos no solo generaron revuelo, sino que despertaron el ingenio comercial. El empresario santafesino Juan Marinozzi aprovechó la oportunidad y lanzó al mercado unas nuevas galletitas dulces marca “chuchuflito”.
Marinozzi es propietario de la firma Alimentos Marinozzi, con sede en la localidad de Los Quirquinchos y planta elaboradora en Carcarañá. “El nombre del producto fue sólo porque fue ella quien lo dijo, nada más. Fue una oportunidad y una idea que surgió de poner en el mercado un producto barato. Además, las empresas chicas como la nuestra no tenemos gran presupuesto para la publicidad”, justificó Marinozzi sobre la elección de ese nombre para su nuevo producto.
En ese marco, describió al producto como “una galletita de vainilla muy sana, con cero grasas trans” y “pensado para los chicos” porque “puede comerse de un bocado”. Y remarcó que el nombre elegido también es “un mensaje de defensa a la industria nacional”, sector que consideró necesario “cuidar mucho en este contexto”.