Un vecino de 87 años de la ciudad de Santa Fe fue sorprendido en su propia vivienda, le pegaron, lo maniataron y le robaron pertenencias. Se supo que el hombre que lo cuida y le hace mandados llegó al domicilio y no fue atendido por su morador y ante la insistencia, desde el interior del inmueble escuchó el pedido de auxilio por parte del anciano.
Ante la inesperada situación, el cuidador le dio aviso a la Central de Emergencias 911 y en el lugar se presentó la policía. Tras comprobar que las puertas de la vivienda estaban cerradas por dentro, uno de los agentes logró entrar por una ventana. Los oficiales se toparon con el dueño de casa sentado en un sillón con sus manos atadas y su rostro y parte de su cuerpo con sangre.
Como pudo, el hombre le dijo a los agentes que fue víctima de un robo y que le sustrajeron el poco dinero en efectivo que tenía y un teléfono celular. A los pocos minutos, una ambulancia se presentó en el lugar y trasladó al vecino al hospital José María Cullen. Una vez en el centro de salud le diagnosticaron traumatismo de cráneo leve, herida cortante en el cuero cabelludo y una leve con herida cortante en cuero cabelludo, y lesiones en ambos brazos.
Una vez asistido por el personal de salud, el hombre le habría manifestado a la policía que la secuencia de terror que le tocó vivir comenzó cuando desactivó la alarma de su casa para sacar su perro al patio. Fue entonces, según el relato de la víctima, que fue sorprendido por una mujer que lo habría rociado con algo nocivo en su rostro y le empezó a pegar con un martillo. El vecino habría señalado que la mujer lo arrastró por toda la casa y lo dejó atado previo a huir con sus pertenencias.